Foto: Especial | PATRIMONIO. Las obras de los arqueólogos son llevadas a cabo protocolariamente, pero detrás de ellos viene la maquinaria que destruye todo.
Foto: Especial | PATRIMONIO. Las obras de los arqueólogos son llevadas a cabo protocolariamente, pero detrás de ellos viene la maquinaria que destruye todo.

Las autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) han permitido la destrucción de muchos edificios y monumentos, así como contextos arqueológicos –altares y adoratorios–, en la obra del Tren Maya, dijo Bolfy Efraín Cottom Ulin, coordinador general del Seminario Permanente de Investigación de Patrimonio Cultural: Antropología, Historia y Legislación.

Enfatizó que con el proyecto, los arqueólogos realizan una exploración metodológica a lo largo de los mil 554 kilómetros trazados, coordinados por el Instituto; pero para su sorpresa, después de haber hecho su labor, atrás venía la maquinaria que destruyó lo ya liberado de los trabajos, además de otros edificios que no se habían explorado, todo quedó destruido.

Me pregunto dónde están las miles de piezas que el INAH inventarió, porque los arqueólogos también nos envían datos cuando limpian un terreno con las máquinas, porque se salva mucha información, porque he visto pasar volquetes (tractocamión de volteo) de un lado a otro con piedra arqueológica”, señaló.

Comentó que a eso se suma que en las comunidades, los vecinos  que tienen terrenos ejidales con monumentos arqueológicos, los destruyen y venden la piedra para la construcción del Tren Maya; algo que el propio INAH ha permitido, pese a que tiene la autoridad para presentar demandas contra quien destruye el patrimonio cultural.

“Las máquinas que perforan las cuevas para la colocación de pilotes están dañando el subsuelo de 10 mil años de antigüedad, restos humanos antiguos, la fauna prehistórica, modifican la superficie y el patrimonio arqueológico y paleontológico que cuando se quiera estudiar va a ser prácticamente imposible”, afirmó.

En la zona Maya, investigadores han descubierto que a través de las estalagmitas se ha podido saber por qué desapareció la cultura maya 2 mil años atrás. Cuando el agua cae, se forman las estalagmitas, el material cálcico hace círculos concretos y se puede estudiar, pero ahora esa información está en riesgo, ya que se ha visto afectada.

Por estos problemas, Cottom Ulin propone que se denuncie a los responsables y que se les dé un castigo ejemplar con la reparación del daño.

“Entregarle al pueblo lo que es del pueblo y realizar museos arqueológicos en las comunidades mayas con lo que se ha encontrado”, acotó.

INVENTARIO ANTIGUO 

De acuerdo con los reportes que ha dado Diego Prieto Hernández, director general del INAH, hasta ahora en el trazo del Tren Maya en la recuperación de materiales arqueológicos se han registrado 43 mil vestigios arqueológicos, 791 mil 475 fragmentos de cerámica que se analizan, así como mil 746 bienes muebles relativamente íntegros.

En el frente 4 del Tramo 7 del tren, arqueólogos del INAH han descubierto 9 mil 699 monumentos precortesianos, lo que lo convierte, hasta el momento, en el área con el mayor número de registros.

Por 24 Horas Quintana Roo

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