Los niños llegan a desconfiar de sus padres
Los niños llegan a desconfiar de sus padres

Desde violencia psicológica, hasta dejar un trabajo para argumentar no tener dinero, los deudores alimentarios de Puebla se niegan a pagar lo que les corresponde a sus hijos a través de la complicidad de sus propias familias y empleadores. 

En entrevista con 24 HORAS Puebla, Sheridan Mata, presidenta del Frente Poblano contra Deudores Alimentarios, explicó la forma en la que algunas infancias y madres sufren distintos tipos de violencias. 

La falta de pensión alimenticia es una forma de violencia económica, que es ejercida para intentar controlar a algunas mujeres, sobre todo, quienes han decidido terminar el matrimonio o el noviazgo. 

Algunos no aportan dinero para los gastos escolares ni para la alimentación: “Hay deudores que quieren dar 30 pesos diarios de pensión, lo cual no alcanza para la comida de un niño”, dijo. 

TRUCOS UTILIZADOS  

Cuando una madre interpone un juicio para el pago de las pensiones alimenticias, los padres dicen que no tienen dinero y hasta llegan a cambiar de propietario algunos bienes, a nombre de sus madres, hermanas u otros familiares. Algunos son capaces de dejar el trabajo para que no se les descuente vía nómina. 

En otros casos cuentan con el apoyo de los empleadores, quienes les reducen el sueldo que cotizan ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para que la pensión sea mínima. 

Las madres víctimas se enfrentan a las violencias de las familias políticas, pues el Frente Poblano contra Deudores Alimentarios ha reportado casos en los que las hermanas de los violentadores intentan sustraer a los menores de edad y golpean a las mujeres. 

Los hombres amenazan con “revelar” información de las madres o las acosan digitalmente y en algunas audiencias amedrentan a las mujeres, pues acuden con sus madres y varios miembros de su familia. 

A nivel institucional se contribuye a esta violencia económica, pues cuando las mujeres deciden demandar, les dan sugerencias para que desistan. “Mejor no se desgaste” “esto es muy tardado, mejor trabaje usted, está joven”, son algunas de las frases a las que se enfrentan. 

OTROS TIPOS DE VIOLENCIA 

Los deudores alimentarios han iniciado con la práctica de la violencia vicaria, que es aquella que tiene como objetivo dañar a la mujer a través de sus hijas e hijos. 

Algunos padres cometen violencia psicológica en las convivencias con sus hijas e hijos, pues les reprochan los pagos de la pensión alimenticia y las acciones legales que tomaron sus madres. 

La activista indicó que en México es necesario educar a la sociedad para que se tenga claro que las pensiones alimenticias no son para las mamás, sino para los hijos e hijas, quienes sufren las consecuencias de la falta de recursos económicos. 

Destacó que, en las visitas supervisadas algunos menores de edad son obligados a convivir con sus padres, pese a que se han dado accidentes como caídas. Por ello, opinó que en la actualidad no se vela por las infancias y su bienestar. 

Compartió que cuando interponen un juicio por presión los niños y niñas dejan su infancia, pues se la pasan en juzgados, psicólogos, centros de convivencia y muchos no pueden acceder a tener actividades extraescolares o incluso dejan de ir a la escuela.

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